sábado, 30 de noviembre de 2013

COCINA MOLECULAR (V): El mundo de las grasas y los aceites -1-

Las grasas son buenas y malas, depende

Las grasas tienen muy mala fama. Se les asocia a la gordura, a la obesidad, a los “michelines”, a la comida “basura”,  a varias enfermedades. Aunque en parte es cierto, sin embargo, también son necesarias como vamos a ver a continuación.

Las grasas, y los aceites, son substancias muy importantes para los seres vivos. Ambas pertenecen a una familia química más amplia denominada “Lípidos” (¡Parece el nombre de un grupo musical!). La palabra “lípido” proviene del griego y significa, precisamente, grasa.  Bajo el nombre de lípidos se encuentran, además, las ceras, los esteroles (¡el colesterol!), algunas vitaminas (A, D, E y K), glicéridos, fosfolípidos, las tetraciclinas, eritromicinas, la androsterona y testosterona, etc.

Esas substancias tan variadas están presentes en muy diferentes lugares, dependiendo de sus propiedades químicas; por ejemplo, algunas son componentes de muchísimos productos de uso cotidiano, otras son transmisores en cadenas bioquímicas del organismo humano, o actúan como componente estructural de las membranas celulares, etc. Las grasas forman el “panículo adiposo” en los organismos, y aunque un exceso es antiestético y enfermizo, en medida adecuada es el sistema de protección del cuerpo contra el frío, y aíslan al cuerpo frente a posibles choques. También ayudan a tener una piel y unos cabellos saludables, y a mantener una buena temperatura corporal.

Es interesante saber que cuando alguna molécula tóxica alcanza un nivel dañino en el organismo, las grasas lo atrapan y lo almacenan. De esta forma se protegen órganos vitales hasta que esas moléculas tóxicas pueden ser eliminados por los fluidos corporales e incluso por el pelo.

Como es sabido las grasas y  aceites son productos indispensables en gastronomía. También lo son en cosmética (cremas, aceites de todo tipo, maquillajes, ungüentos, lápices de labios, jabones, etc.).

El organismo humano necesita de algunos productos esenciales para su mantenimiento. Algunos de ellos son los ácidos grasos, como el ácido linoleico y el linolénico. El organismo humano no los produce, por lo que es necesario incluirlos en la dieta.  Diferentes estudios han mostrado los beneficios positivos para la salud del consumo de algunos ácidos grasos.
Sin embargo, (y aunque parezca mentira) recientes investigaciones de gran amplitud de la Universidad de Harvard (EEUU) parecen mostrar que la cantidad total de grasa en la dieta no está realmente relacionada con el aumento de peso (obesidad) ni con las enfermedades (diabetes, p.ej.).
              
Las grasas y aceites, desde un punto de vista químico, están constituidos por dos tipos de moléculas; una de ellas es la glicerina, la otra son ácidos grasos de entre 4 y 20 átomos de carbono. Esa unión, glicerina-ácido, se denomina “éster”, y el compuesto resultante, un “triglicérido”.  Es decir, las grasas y los aceites no son compuestos de un solo constituyente, sino que son un compuesto mixto de dos componentes. Es como una triple guirnalda; el elemento horizontal sería la glicerina, y a cada extremo y en el centro, como colgantes, irían un ácido graso.  Pero además, cada grasa o aceite es, a su vez, una mezcla de varias de esas moléculas mixtas. Así, las propiedades resultantes de cada grasa dependen del ácido graso constituyente. Estos ácidos son cadenas de átomos de carbono en zig-zag, que se atraen entre sí, tanto más cuanto mayor es su número de átomos de carbono por lo que solidifican a temperatura ambiente. En los aceites no ocurren estas interacciones atractivas tan fuertes, y por eso son líquidos. Así, todas las grasas son sólidas y todos los aceites, líquidos. Naturalmente, si las temperaturas son bajas, los aceites pueden solidificar en parte, sin que alteren sus características.

Otra de las funciones principales de las grasas y aceites, es el almacenaje de energía. Durante el metabolismo de grasas y aceites, cada molécula se rompe en sus componentes, glicerina y ácidos grasos libres. La glicerina se convierte en glucosa por el hígado, y pasa a ser una fuente energética por el organismo. Concretamente, la degradación (oxidación) completa de los ácidos grasos suministra un contenido energético de unas 9 kcal/g, aproximadamente el doble que los hidratos de carbono (azucares, p.ej.) y las proteínas. Es decir, en general, las grasas y los aceites suministran muchas más calorías que el resto de los componentes de nuestra dieta.
Las grasas y los aceites son muy poco solubles, o completamente insolubles en agua, pero sí en benceno, éter y otros disolventes orgánicos. Tienen también menor densidad que el agua, por lo que flotan en ella.

Hoy se habla mucho de grasas “saturadas” e “insaturadas”. Efectivamente, existen esos dos tipos de grasas. Las saturadas, contienen hidrógeno en todas las posiciones posibles de la molécula del ácido graso. Las insaturadas son deficitarias en hidrógeno, y suministran menos energía durante su metabolismo.

Las “grasas saturadas” tienen ácidos grasos con más de ocho átomos de carbono, como los ácidos láurico, mirístico y palmítico. Estos ácidos elevan el nivel de colesterol LDL (el malo). Sin embargo, las grasas con ácido esteárico no lo hacen. La mayoría de estas grasas saturadas son de origen animal, p.ej. grasa de cerdo (tocino, manteca), grasa de vacuno (sebo), grasa de cordero, de oveja, de ganso, de pollo , etc., pero también existen de origen vegetal, p.ej. manteca de cacao, los aceites de coco y de palma, componentes de muchos preparados alimenticios. Por eso, conviene leer las etiquetas de los envases para evitar mayores problemas.

Las “grasas insaturadas” contienen los ácidos oleicos y palmitoléicos, entre otros. Son los más beneficiosos para el organismo humano; reducen los niveles del colesterol LDL (malo) y elevan el nivel del colesterol HDL (bueno). Se encuentran en los aceites de oliva, cártamo, maíz, girasol, en el aguacate y en algunos frutos secos (nuez, almendra, avellana, etc.). La grasa de algunos pescados es rica en aceites insaturados. Si existe más de un “hueco” no ocupado por hidrógeno se denominan grasas “poliinsaturadas”; entre ellas se encuentran las famosas grasas (o aceites) omega-3 y omega-6.

Un grupo particular de grasas “peligrosas” son las “grasas-TRANS”, que son saturadas artificialmente. Esa denominación se refiere a que contienen grupos de átomos en posición espacial diferente a lo que es normal en las otras grasas naturales (“grasas-CIS). Las grasas-trans provocan durante su metabolismo altos niveles de colesterol LDL (el malo).  Alimentos con estas grasas-trans son las margarinas, las mantecas vegetales y los productos elaborados con ellas. Todos ellos causan problemas cardiovasculares.  Los ácidos-trans de esas grasas se originan al intentar, industrialmente, “saturar” con hidrógeno los “huecos” de los aceites insaturados. De esta forma, adquieren mayor consistencia y los convierten en  sólidos a temperatura ambiente (p.ej. las margarinas).

Por: El alquimista molecular

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Garbanzos de mi madre


Ingredientes:
500 gr. garbanzos
500 gr. calamares
1/2 cebolla
1 cabeza de ajos
1 tomate
1 pimiento verde
1 cucharadita de pimentón dulce
1 hoja de laurel
aceite de oliva
agua
sal
Elaboración:
Poner en remojo los garbanzos la noche anterior.
Cocemos los garbanzos ya blandos con 1/2 cabeza de ajos sin pelar enteros, la hoja de laurel y una pizca de sal hasta que estén blandos los ajos.
En una cazuela baja añadimos un buen chorro de aceite de oliva, ponemos al fuego y vamos incorporando los ingredientes, en primer lugar 4 dientes de ajo cortados a láminas, la cebolla y el pimiento picado fino, dejamos rehogar 8 minutos y añadimos el tomate rallado o cortado a dados pequeños. Dejamos pochar el sofrito unos 15 minutos más a fuego medio. Ahora añadimos los calamares cortados a tiras o en círculos y dejamos hacer durante 10 minutos. Finalmente añadimos el pimentón dulce removiendo para que no se pegue, y dejamos cocer 5 minutos. Añadimos agua hasta que cubra todos los ingredientes incluidos los garbanzos, y dejamos a fuego lento durante 25 minutos. Servimos bien caliente.

Receta de Sisita Rodríguez

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lasaña de pulpo a la gallega con mojo picón


Ingredientes:
-Para el mojo:
4 dientes de ajos
150 gr. de aceite de oliva
1/2 cucharadita de café de comino
1 cuchara sopera de pimentón dulce
50 gr. puré de patata
-Para la lasaña:
6 patatas grandes
1 pulpo cocido
Elaboración:
Poner en un bol  todos los ingredientes del mojo picón y emulsionar con una batidora.
Colocar las patatas cocidas en láminas de 0,5 cm de grosor, sobre éstas el pulpo y, por último, el mojo picón.

Receta de Rosa Martínez

sábado, 16 de noviembre de 2013

Tortilla de cebolletas, espinacas, piñones y pasas


Ingredientes:
400 gr de espinacas cocidas o de las frescas pequeñitas
4 cebolletas
un puñado de pasas
un puñado de piñones
6 huevos
Aceite y sal
Elaboración:
Rehogar la cebolleta cortada en trocitos, hasta que esté transparente. 
Añadir las espinacas,  las pasas y los piñones. 
Mantener a fuego lento hasta que la espinaca esté hecha, salar.
Batir los huevos y cuajar la tortilla.

Receta de Mª José Linares

martes, 12 de noviembre de 2013

Ceviche de langostinos


Ceviche: es un plato consistente en carne marinada ―pescado, mariscos o ambos― en aliños cítricos.

Ingredientes:
½ kg. langostinos frescos
Zumo de naranja ácida
½ kg. cebolla
½ kg. pimiento verde
2 hojas de lechuga
1 tomate
1 aguacate
Salsa picante (opcional)
Sal
Pimienta
Elaboración:
En un cazo ponemos agua a hervir y cuando esté hirviendo  echamos los langostinos y los dejamos hervir durante 3 minutos y escurrimos.
Cuando se hayan enfriado, los pelamos y los ponemos en una fuente. Exprimimos la mitad de la naranja sobre los langostinos y añadimos la otra mitad cortada en cuadrados.
Troceamos la cebolla, el pimiento y el tomate. Mezclamos con los langostinos, añadimos una pizca de sal y salsa picante (opcional).
Cortamos el aguacate en rodajas finas y lo ponemos formando una cama junto con las dos hojas de lechuga. Salpimentamos y ponemos el ceviche encima.
Hemos decorado el plato con mahonesa de langostino, vinagreta de aceite de oliva virgen y vinagre de Módena.

Receta de Silvia López

domingo, 10 de noviembre de 2013

Frutas tropicales


- Papaya
- Mango
- Kiwi
Así de fácil. No todos los postres tienen que ser elaborados. Compra estas tres frutas y preséntalas de esta manera. Verás cómo triunfas.


Receta de Lucía González

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Maceta de galleta Oreo y helado


¿Esta maceta se come? Sí se come... bueno, te puedes comer la tierra pero no te aconsejo que te comas la margarita, es solo para decorar. 
Para divertir a la familia, presenta el helado de esta manera.
Compra unos maceteros pequeños que no tengan agujero por debajo. Rellénalos de un buen helado y sobre éste trituras galletas Oreo. Y lo decoras con cualquier flor.
La sensación al comerte este helado es increíble. Además verás cómo la galleta no se moja con el helado, parece tierra de verdad.

Receta de Reme Postigo

lunes, 4 de noviembre de 2013

COCINA MOLECULAR (IV): Descubramos los azúcares. 3 de 3

Los tipos de azúcar:


Los azúcares naturales provienen de muy diferentes orígenes y se presentan de muy diversas formas. 
En la naturaleza se encuentran principalmente en la caña de azúcar y en la remolacha azucarera, y en mucha menor proporción en el maíz, en el coco, en la palma, en el sorgo, etc. 

En los comercios existen muchos tipos de azúcares alimentarios. En esencia se trata de términos diversos entre el “azúcar” blanco” y el “azúcar moreno”.

El “azúcar blanco” procede muy mayoritariamente de la remolacha. Es el más refinado, alcanzando una concentración de sacarosa cercana al 100%. Carece, por tanto, de otros componentes. Existe un “azúcar extrablanco”, llamado también “azúcar pilón”, que es sacarosa ultrapura. El “azúcar glass” o “azúcar lustre” son azúcares blancos molidos muy finamente; a éstos se les adiciona almidón o sílice para evitar que se aglomeren con la humedad ambiental.

El “azúcar moreno normal” procede esencialmente de la caña de azúcar que se refina parcialmente. Contiene aproximadamente un 5 % de vitaminas, gomas, ceras y sales minerales. Es de color oscuro (caramelo intenso). Tiene aroma de vainilla, canela y ron. Si procede de la remolacha su aroma es de caramelo.

Existe otro azúcar moreno llamado “azúcar integral”, obtenido de la caña de azúcar sin ninguna transformación. Por eso, posee un alto contenido en vitaminas y sales minerales. Su color es más oscuro, con aspecto “mojado”, y con aromas de regaliz  y vainilla. Su poder edulcorante es muy fuerte.

Como producto intermedio entre los azúcares blanco y moreno existe el “azúcar rubio”. Procede de la caña de azúcar y es algo más refinado que el azúcar moreno.

Cuanto más refinado es un azúcar contiene menos vitaminas y sales minerales. Por eso, son menos usados por los amantes de los productos verdaderamente naturales. Ya se ha indicado que el azúcar muy refinado puede causar problemas a la salud.

Un producto diferente son las “melazas” que son los residuos del refinado de la caña de azúcar. Se le llama “miel de caña”; es de color muy oscuro (pardo-negruzco) y tiene sabor a regaliz. Son muy ricas en hidratos de carbono, vitaminas (especialmente del grupo B) y sales minerales. Tiene un contenido en agua muy bajo. Durante siglos ha sido el edulcorante natural por excelencia. La melaza de remolacha, por el contrario, es amarga y no se utiliza en gastronomía.

Ultimas precisiones sobre los azúcares:

1.- Debemos a los árabes la introducción del cultivo de la caña de azúcar en el Mediterráneo y concretamente en España.
2.- El azúcar blanco es muy soluble en agua. A 0º C (cero grados centígrados) se disuelven 180 gramos en 100 gramos de agua. Si se calienta a 160º C se funde y se transforma en caramelo. Se quema cerca de los 200º C, dejando un residuo de carbón de azúcar.
3.- El “azúcar invertido” es una solución obtenida por hidrólisis ácida de la sacarosa. Está compuesta por glucosa y fructosa a partes iguales, y una pequeña parte de sacarosa sin transformar.
4.- En principio, el azúcar no es un compuesto esencial para el hombre, ya que el ser humano lo puede sintetizar a partir de piruvatos, pero esto no es suficiente, y por eso hay que tomarlo (en cantidad moderada). Son la base energética de la alimentación. El organismo humano los convierte en grasas, que pueden ser nocivas en algunas etapas. Además, la glucosa pasa al flujo sanguíneo, aumentando el “índice glicémico”, desencadenando una alta secreción de “insulina”, con graves consecuencias para los diabéticos.
5.- Las bacterias de la boca convierten los azúcares en ácidos, que atacan el esmalte dental, de ahí la buena costumbre de lavarse los dientes con frecuencia.
6.- Para terminar, una noticia impactante: para los químicos el nombre de “sacarosa” les dice poco, para ellos es mucho mas fácil y bonito decir que la “sacarosa” es el: “Alfa-dextro-glucopiranosil(1-2)-beta-dextro-fructofuranósido”. (¡Toma castaña!...¡Estos químicos!)

El alquimista molecular